Aquí la tarde podría sentarse y esperar.
[Aquí tu cuerpo y el abrigo].
Los pasos sobre aceras desconocidas.
La ciudad que vive en tus ojos.
La corteza.
Aquí el deseo que avanza.
El deseo que avanza.
El deseo que avanza.
Aquí las paredes blancas.
El sonido de otros.
Cuerpos que avanzan a mitad de un sueño.
[El golpe/ la avalancha].
Tu nombre que rodea calles.
Tu nombre que flota.
Tu nombre niebla.
Aquí la tarde podría sentarse y esperar conmigo.
martes, 10 de diciembre de 2013
lunes, 2 de diciembre de 2013
Escritorio.
El estado
de cuenta de aquel banco.
Sobre el
escritorio.
Ignorado.
Ausente
de mí./ Ausente de ti.
Los números
que no he querido ver.
Los números
que no veré.
Todo este
cuarto que no huele a ti.
[Que no
es parte de ti].
Y la
luz.
La luz
que se ha instalado.
Las cortinas
blancas que tanto odio.
“Si
estuvieras aquí me habrías rescatado”.
Si estuvieras.
Si yo
estuviera.
La taza
que rompí.
La taza
de hace 5 años.
Aguantar
el llanto.
Sostener
las lágrimas que pudieron no acabar.
“Nuevas
historias que esperan”.
Esperan.
No puedo
esperar más.
No puedo
ser el estado de cuenta ignorado.
Ausente
de ti.
Ausente
de mí.
Abandono.
El cuerpo
aquí. Abandonado.
El
cuerpo aquí, sobre esta cama.
Sobre esta
cama.
Con tu
ausencia aquí.
Con tu
ausencia el cuerpo abandonado.
domingo, 24 de noviembre de 2013
Líneas.
[ascendiendo]
el golpe de ojos
el imán
La atadura de pronto
[ese vaciarse y no vaciarse]
La volcadura de pronto
[ese desear y no desear]
La rotura de pronto
[ese tener y no tener]
La descarga
[quemando]
la piel al descubierto
lo equivocado
Miradas que vacían
[hay ternura en todo esto]
miradas que crecen
[hay dolor en todo esto]
miradas paralelas
que nunca [nunca] llegan a cruzarse
La descarga
pozo inacabable en el que cae el cuerpo
el vértigo
la cortadura
el vértigo
la cerradura
el vértigo
el jamás
[Hay una historia en todo esto/un homenaje]
domingo, 17 de noviembre de 2013
Confabulación.
Esta es la palabra/ el relleno.
Esto es ficticio.
Esto no es real.
[La amnesia]
El vacío en la historia.
Esto es relleno del relleno.
Esto es un síndrome.
Una mentira.
Esto no es consciente: Korsakoff.
sábado, 16 de noviembre de 2013
A SUPERFICIE.
Todo aquello que amenaza.
Todo lo que cimbra.
Acerca.
Me acerca.
Y es tu nombre.
[Es tu voz]
Y siguen siendo más-mías tus horas.
[Más-mías]
Y lo que emerge es la reconciliación de los sentidos.
Y lo que cimbra.
Tu voz.
[Más-mía]
La única.
martes, 29 de octubre de 2013
Moscas en los restos.
Aquí el silencio es haber creído.
Aún en los espejos.
La materia/ tiempo.
Haber sido membrana.
Aquí el silencio es el deshecho.
El testimonio que no existe.
Las astillas.
La intemperie.
[Hay moscas en los restos.]
El ansia.
El precipicio.
Aquí el silencio es ser borrada.
Del tacto/ de la noche.
CARNE.
Vasto conocimiento y vasta ignorancia. El alimento eran tus ojos. La sencillez y el movimiento de tus manos. No necesitabas nada, de mí y del mundo nada. Todo lo que al besar un cuerpo nos incumbe. La desnudez, la sombra y el sonrojo.
Yo podría tal vez en otros vestigios. Podría tal vez. Crear un lenguaje que abarcara tus silencios. Suplicar tu voz. Podría tal vez ser necesaria. No cambiaría nada, ni la carne ni los dioses que a ella se someten. Nada.
Esa sería la suplica y el desdén. Tu fuerza y tu quebranto. Acelerar el estallido/ el rugir de las vértebras. Acomodarse en una esquina mientras pasas. Yo podría tal vez. Pero no.
Para arrasarlo todo, tu sola carne basta.
Para arrasarme toda, tu sola carne basta.
Declaración.
Quiero decir simplemente que arrasaría ciudades por ti.
Que borraría cada centímetro de maldad solo por ti.
Decir solamente.
Decir simplemente.
Que destruiría todo llanto.
Destruiría todo fantasma.
Toda oscuridad.
Por ti.
domingo, 27 de octubre de 2013
Conjeturas.
Suponer que el futuro.
Que cada hoja seca.
Que la distancia.
Suponer que esto era la palabra.
Que los pasos.
Que todo centímetro de ti.
Que toda partícula de ti.
Que toda sensación de ti.
Suponer que eras la entraña.
La sombra.
El arquetipo.
El océano y el río.
Lo que escapa.
Suponer que era ese tu nombre.
Que el otoño.
Que las puertas.
Que la respiración que vuelve.
Que tu piel contra la mía.
Suponer que era el inicio.
sábado, 26 de octubre de 2013
Definiciones.
Ejercicio para despertar al humano.
El bloqueo.
Como un muro.
Un vacío acaso.
En el centro de la noche.
Estacado.
Firme.
Roca sobre roca.
Como un muro.
[Un silencio acaso.]
Como un muro.
Un vacío acaso.
En el centro de la noche.
Estacado.
Firme.
Roca sobre roca.
Como un muro.
[Un silencio acaso.]
viernes, 25 de octubre de 2013
OBJETOS/RECUERDO.
Me has dicho que el carro, tu carro, ya fue vendido. Que le han quitado las placas, han entregado las llaves y se lo han llevado. Ha sido vendido y no lo volveremos a ver. Has dicho que se lo han llevado.
Hace días dijiste: "irán por el carro. Ya está vendido". Y no he pensado nada cuando me lo has dicho. Pero has agregado: "ya no iremos a todas partes en él". Y al mismo tiempo hemos dicho y recordado: ahí nos besamos por primera vez. Ahí estuvimos a punto de morir. Ahí nos tomábamos de la mano. Ahí me dijiste "si". Ahí peleamos y arreglamos las peleas. Ahí, durante más 5 años, fuimos a todas partes sin separarnos. Y entonces se ha formado un nudo en mi garganta. Esos años no van a volver. Las mismas cosas no van a pasar. Nunca más volveremos a subir en ese auto y viajar hacia nuestros planes.
¿Recuerdas que antes del accidente siempre tomaba tu mano aunque estuvieras conduciendo? Después del trauma nunca volví a hacerlo, prefería colocar mi brazo sobre tu asiento, para estar cerca. Siempre cerca.
Yo no olvido nuestra primera cita. Bajaste de ese auto para abrirme la puerta. Aún me derrite ese gesto tuyo.
No volveremos a hacernos trampa para poner nuestras playlists mientras viajábamos; ni volverás a pedirme que no saque las manos por la ventanilla. No volveré a subir los pies sobre el tablero y no habrá más fotos tuyas manejándolo.
Me has dicho que se lo han llevado. Y no he podido decir mucho. Este es el momento en el que me alegra tener memoria de los pequeños detalles. De guardar las anécdotas para nuestros hijos. Es el momento en el que me alegro de darle a algunos objetos o posesiones un significado emocional. Puede ser solo un auto. Es solo un auto, pero me ha ayudado a guardar tantos recuerdos.
Se lo llevarán, dijiste mientras recordábamos. Se lo llevarán, pensé. Se irá como se va el pasado. Luego he pensado en tus ojos y en todo lo que quiero construir contigo. Se lo han llevado y no importa: "Ya tendremos otro en que pasearemos con nuestra familia. En el que llevaremos a nuestros hijos a todas partes. Ya tendremos otro que llenaremos con nuevos recuerdos".
martes, 22 de octubre de 2013
LXVI
"Vuelvo a ti, el otoño y el grillo se unen en la victoria del polvo"
José Carlos Becerra.
Vuelvo a ti.
A tu sombra siempre desierta.
Al otoño inaugural.
El rastro de sal.
La noche victoriosa.
Como se vuelve del desierto.
Vuelta arena.
Agrietada hoja
Vuelvo a tu nombre.
Al hueco de tus ojos
[hierba sobre hierba.]
A tu desnudez/tu estancia
Vuelvo al único espacio en que me habito.
A lo que tu amanecer le hace a mis ojos.
Rastro de noches que aún no llegan.
Vuelvo a ti
polvo victorioso es el retorno.
10 de octubre de 2013.
Seis veces once.
Seis veces once.
66.
El signo de lo que no pasa.
De lo que pasa y notamos levemente.
[El signo.]
De lo que ocurre fuera de esto.
De lo que no nos pertenece.
De aquel dominio.
Nuestro dominio.
66.
El signo de lo que no pasa.
De lo que pasa y notamos levemente.
[El signo.]
De lo que ocurre fuera de esto.
De lo que no nos pertenece.
De aquel dominio.
Nuestro dominio.
martes, 1 de octubre de 2013
obsesión.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
La música.
Los hechos.
Los besos.
Los sueños.
Las heridas.
Punzocortantes.
Lacerantes.
Cortantes.
La música.
La música.
Los sueños.
El tiempo.
Las frases.
Lo no dicho.
Lo deseado.
El deseo.
Los errores.
El error.
Lo no dicho.
El silencio.
La música.
Lo deseado.
El odio.
El no odio.
La música.
Los sueños.
La calma.
La calma.
La calma.
jueves, 19 de septiembre de 2013
Asfixia.
El miedo.
Caminando hacia los órganos.
Robando el aire.
Ultrajando.
El miedo.
Apéndice de algo más.
Frágil.
Enmohecido.
Aprisionando las arterias.
La irrigación marchita.
Ojos abiertos.
Desamparo.
Las fauces de su nombre.
Las fauces de su nombre.
Las fauces de su nombre.
Caminando hacia los órganos.
Robando el aire.
Ultrajando.
El miedo.
Apéndice de algo más.
Frágil.
Enmohecido.
Aprisionando las arterias.
La irrigación marchita.
Ojos abiertos.
Desamparo.
Las fauces de su nombre.
Las fauces de su nombre.
Las fauces de su nombre.
jueves, 12 de septiembre de 2013
LXV
(Versión remix).
La resistencia.
La dureza.
El empeño.
La fuerza.
Abrir los ojos.
Cerrar los ojos.
El día que se va.
La noche.
Tu ausencia.
Cada segundo.
Ser aunque no estés.
Estar sin ser.
La resistencia.
La bruma y esta cercanía.
Cada vestigio.
El marrón.
Ojos ojos ojos.
Cada segundo.
Aquí.
En mi centro.
En el accionar de cada día.
Aquí.
Sobre la piel que es solo una.
Aquí.
La cicatriz.
La resistencia.
Ojos.
Marrón.
Sesenta y cinco.
LXV
(Versión radio).
La resistencia de estar sin ti. Sin el marrón de tus
ojos que ilumina. La resistencia. La cicatriz formada. Aquí en mi centro estás.
Tu ausencia cada segundo. La dureza. Fuerza en mi piel/la noche. Cerrar los
ojos (marrón). Abrir los ojos (marrón). Aquí en mi centro la fortaleza. El empeño.
La sacudida de tu recuerdo. Ser aunque no estés. Estás.
LXV
(Versión extendida).
Ser fuerte ante la noche. Ante el día que se va
desgastando lentamente. Ser fuerte. Buscar la resistencia en el marrón de tu
mirada. En el centro de mi ser buscar tu nombre. Darle un nombre al empeño.
Sacudir cada recuerdo y sonreírle. Abro los ojos para buscar en la luz tu
permanencia. Cierro los ojos para amoldarme a tu recuerdo.
En el accionar de cada día, en mi centro y en el
estar sin ser.
La resistencia, la dureza, la cicatriz, la noche.
La cicatriz, tu tacto, el día.
La resistencia, la piel, el centro.
Es tu piel. El marrón en tu piel. Tus pupilas. Cada
segundo la sacudida. El recuerdo.
Son los segundos.
Son las ausencias.
[Es el amor].
domingo, 1 de septiembre de 2013
Neblina en la carretera.
Esta noche:
esa noche.
Dijimos
que era neblina. Que no era nada.
[Esa
noche].
Las
palabras al día siguiente.
No eran
nada.
Tampoco
la neblina.
No
había un sol.
Y la
extraña petición.
Más extraña
que el autobús que fue abandonado.
“Tengo
que irme”, dijiste en el último escaño.
“Tengo
que irme” y ya no estabas.
Dijimos
que no era nada.
Que esa
neblina no era nada.
[Y la
extraña petición].
Ahora viajo
en lo enormidad de un autobús vacío.
sábado, 31 de agosto de 2013
Declaración breve de amistad en una noche de agosto marcada por el Insomnio.
Las palabras.
Principalmente las palabras.
Y todo lo demás.
Todo eso otro que compartes.
Todo eso otro que comparto.
Principalmente las palabras.
Y todo lo demás.
Todo eso otro que compartes.
Todo eso otro que comparto.
Recuento.
La fecha para mudarme está cada vez más cerca y, contrario a lo que pasaba hace siete meses, estoy muy tranquila; ya no temo dejar nada en esta ciudad, no temo olvidar, ni ser olvidada. Me he dado cuenta de que me llevaré justo las cosas que necesito para sonreír y para seguir buscando esa estado del ánimo tan raro que es la felicidad. Entre las cosas que me llevo están todas esas etapas que he vivido con mis amigos; las palabras; los abrazos y esas largas largas conversaciones con ellos; las risas y todo el apoyo que me han dado cuando lo he necesitado.
Es cierto que hace tiempo dejé de creer en los "para siempre", no sé cuál de todos mis afectos tendrá esa medida, quiero pensar que todos, voy a esperar que todos, y si pasa, será genial, y si no pasa, me quedo con todo lo bueno que hemos vivido, con el crecimiento que he tenido junto a ellos, con los buenos y malos momentos que compartimos.
He sido afortunada, he tenido a las personas indicadas en los momentos indicados; he aprendido de lo bueno y de lo malo; tengo aún los ojos y el corazón bien dispuestos para no dejar escapar nada; para almacenar lo ocurrido en esta memoria a la que le gusta coleccionar recortes de vida.
Creo que solo vine a decir esto porque me siento contenta, realmente contenta y afortunada. Por primera vez estoy completa, nada me falta, tengo lo que siempre quise: paz en todas las áreas de mi vida. Creo que solo por eso vine a decir esto. Creo.
viernes, 23 de agosto de 2013
Excavaciones.
De súbito la nieve derretida de tu cuerpo: excavaciones.
[Cómo decir deshielo]
Hurgo en aquello que me otorgas.
[Cómo decir]
Extravío el camino hacia el encuentro.
Cóncavo, tu silencio se aparta.
[Al fondo. Adentro. Más adentro].
Cómo decir el salobre el desgarre el deshielo la avalancha.
El escenario en la nieve.
Las manos ateridas.
Lo profundo y el eco.
Gutural espasmo/ curva que desciende.
Cómo decir la calma.
ESTERTOR.
Sobre los párpados la ausencia que no se nombra.
El infinito reducido a polvo.
El polvo a polvo.
La rasgadura.
El miedo.
Sobre los hombros cada día que ha pasado.
Las presencias que son humo.
La reiteración de los silencios.
La cicatriz.
La duda.
Conocí la luz de las ciudades.
Su periferia.
El rostro alicaído de su historia.
Conocí su manto oscuro.
Lo que no dice.
Los letreros que no pude distinguir.
Bajo los pies el cúmulo de nada.
Lo que otros han dejado.
El desecho.
La escoria.
Recomenzar desde otro tiempo.
Digo todo esto para no decir del frío.
Para no ser el temblor.
Para no pedir que vengas.
Digo todo esto para no.
El estertor no.
Baldosas
La
cicatriz.
Solo se
trata de sostener los puntos en el aire.
Solo se
trata de no sangrar.
De esconder
la marca.
De borrarla.
Jamás hablé
de trofeos.
Jamás
la sal fue mi alimento.
No quise
manchar las piezas de este juego.
No quise.
La torpeza.
Solo se
trata de permanecer callado mientras el atardecer sucumbe.
Solo se
trata de.
Yo no
quise jamás la cicatriz/ la sangre.
Yo no
quise la sal/ el miedo.
Habrá
que hacer que el canto explote.
Habrá que
limpiar las baldosas y tu sangre.
Yo no
quise.
viernes, 16 de agosto de 2013
DESEANTE.
He pensado en tu piel [Tu piel contra mi piel], en la incandescencia de tus párpados [Tu piel sobre mi piel] y la voracidad de la distancia [Tu piel entre mi piel]. He pensado en tu vientre,[Tu piel bajo mi piel] helado receptor de mi tristeza [Tu piel a un lado de mi piel], en tus manos aferrándose en. [Una sola piel].
RECICLAJE.
El esqueleto de algo.
Hacer un listado de las cosas que me asustan. [Huir, por ejemplo].
Tomar nota del sitio y de la hora.
No dejar el cuerpo olvidado en las cafeterías.
El esqueleto de algo.
[Huir, por ejemplo]
La piel oscura/la piel que roza el sueño.
Cosas que me asustan. [Como ejemplo, la locura].
El esqueleto de mi sombra/de algo.
Hacer un listado de las cosas que me asustan. [Huir, por ejemplo].
Tomar nota del sitio y de la hora.
No dejar el cuerpo olvidado en las cafeterías.
El esqueleto de algo.
[Huir, por ejemplo]
La piel oscura/la piel que roza el sueño.
Cosas que me asustan. [Como ejemplo, la locura].
El esqueleto de mi sombra/de algo.
jueves, 1 de agosto de 2013
Los días negros.
Una de las cosas que he tenido que aprender en terapia es a aceptar que habrá días negros, de nuevo. Es difícil aceptar esta perspectiva tras varias sesiones en las que todo marcha bien, en las que el malhumor y la tristeza no han estado presentes y en las que el control de emociones ha ido en aumento. Pero es verdad, por más que aprenda a identificar mis distorsiones y a convertirlas en pensamientos funcionales basados en la evidencia, tarde o temprano llegará algún día negro a perturbarme. Es entonces cuando empieza la verdadera batalla, es entonces cuando toca elegir: pelear contra esa oscuridad o dejar que me cubra por completo.
Ha ocurrido. Ese manto oscuro lleva varios días cubriéndome, hasta ahora me he dedicado a mantenerlo a raya, procurando que no me toque demasiado, buscando zonas que aún están un poco iluminadas; corro el riesgo, lo sé, de que por aplazar la lucha, la oscuridad se adhiera a zonas de mi vida que empezaban a brillar. Quizá escribirlo sea el inicio de esta guerra. Quizá sea el momento de buscar las ideas que mantienen estos días negros y modificarlas. Quizá aceptar que los días negros han vuelto sea el comienzo una pelea que esta vez pienso ganar.
viernes, 12 de julio de 2013
Paisajes.
Un campo arado. Terrones. La cosecha que espera.
El mar. Transparente. El color del viento azotando el agua. Polvo que toma forma de arena.
La lluvia inunda el patio. En el huerto la vida ríe. Un relámpago: el miedo.
Un cuarto. Una cama. El televisor que nadie mira. Un cumpleaños que nadie reconoce. Los 18 y el silencio.
La avenida imposible de cruzar. La multitud. El ruido. Un insecto diminuto entre las calles.
La pantalla. El procesador de texto creando hileras de palabras.
Este paisaje. Los otros.
jueves, 11 de julio de 2013
Canícula.
Lo más profundo.
La piel que arde tras el sol. El ruido de las vértebras bajo el incencio.
¿Qué es este vapor?
¿Y ésta rabia que se esfuma?
¿Qué es el grito que sale de tus hombros?
La canícula tu nombre.
[Y el tiempo. Y la espera]
¿Qué es esta llamarada que funde los terrones?
La piel que arde tras el sol. El ruido de las vértebras bajo el incencio.
¿Qué es este vapor?
¿Y ésta rabia que se esfuma?
¿Qué es el grito que sale de tus hombros?
La canícula tu nombre.
[Y el tiempo. Y la espera]
¿Qué es esta llamarada que funde los terrones?
lunes, 8 de julio de 2013
Pixeles.
Lo cierto es que recuerdo. Todo el tiempo te recuerdo. Me recuerdo. Nos recuerdo.
Lo cierto es que evocar aquellos años me da paz. Que todo lo dicho, que los tiempos, los tragos, el humo y las palabras siguen aquí, en el espacio que mi memoria nombra "familia".
Y aquellas carreteras. Las que nunca recorrimos. Las cosas que dijimos a destiempo. Los abrazos que llegaron años después. Las ausencias. Este ir y venir. Los cambios. El insomnio.
Aquellas carreteras. Las que quisimos cruzar. Las que juramos que jamás pisaríamos. La presencia un día cualquiera. Los libros y esas historias que escribimos a dos manos.
Las fotografías, miles de ellas. Discos duros repletos de momentos. Nos tocó esta época. No ha habido fotografías reveladas estos años. Sólo pixeles que nos mantienen cerca.
Lo cierto es que nos recuerdo todo el tiempo y en memoria sigues ocupando el espacio señalado.
Los hay...
Hay quienes caen en su propia trampa. Los hay. Igual que aquellos que se dejan devorar por la noche. Que cierran los ojos y dan un paso hacia la línea. Hacia el hilo. Un paso en un punto sin retorno.
Otros más cuelgan cortinas en lugares que no les pertenecen. Pintan paredes, atornillan puertas. Colocan el decorado que otros no verán. Los hay. Los otros. Esos que no conocen más que los nombres que los días colocan en su patio. Esos que evitan el paso hacia el punto sin retorno. Y la línea. El hilo.
Otros más cuelgan cortinas en lugares que no les pertenecen. Pintan paredes, atornillan puertas. Colocan el decorado que otros no verán. Los hay. Los otros. Esos que no conocen más que los nombres que los días colocan en su patio. Esos que evitan el paso hacia el punto sin retorno. Y la línea. El hilo.
domingo, 7 de julio de 2013
De viaje en viaje.
Llevo ya casi siete años mudándome de un blog a otro, cambiando mis palabras, el tono, la ortografía, el estilo y hasta el sentimiento. Todo lo posteado se ha convertido en parte de mis diarios de viaje. Y no, muchas veces no reconozco a aquella que escribía con mayúsculas y pregonaba su corazón herido. Y no, no reconozco a la de la esperanza vana, a la del optimismo producto de una noche de canciones. Estaba huyendo. Huía a través de los cambios de url o a través del diseño de mis bitácoras modificado una y otra vez.
Muchas veces estuve cerca de ser quién quería ser. Cerca. Muy muy cerca. Pero no era el tiempo. No era el tiempo exacto.
Mi memoria no me engaña, recuerdo las sonrisas, la esperanza, recuerdo también aquella tristeza que durante mucho tiempo no conseguí eliminar, recuerdo tantos y tantos y tantos errores. No. La memoria ni estos diarios mienten. Las frases en clave siguen siendo comprensibles para mí. Aún sé identificar qué alegría explican o que miedos ocultan. Aún sé cosas que más valdría olvidar y cosas que quiero guarecer en mi memoria. Me he perdido tanto. Me he encontrado tantas veces. Que ya no sé si la que de ahora es la misma de hace años. No lo sé, pero me gusta. Me gusta su nueva calma, su sonrisa. Me gusta que no está siempre enojada y que sabe perdonar y perdonarse. Tiene mi nombre y el mismo andar sin garbo. Tiene mi nombre, pero ha aprendido a ser feliz.
Muchas veces estuve cerca de ser quién quería ser. Cerca. Muy muy cerca. Pero no era el tiempo. No era el tiempo exacto.
Mi memoria no me engaña, recuerdo las sonrisas, la esperanza, recuerdo también aquella tristeza que durante mucho tiempo no conseguí eliminar, recuerdo tantos y tantos y tantos errores. No. La memoria ni estos diarios mienten. Las frases en clave siguen siendo comprensibles para mí. Aún sé identificar qué alegría explican o que miedos ocultan. Aún sé cosas que más valdría olvidar y cosas que quiero guarecer en mi memoria. Me he perdido tanto. Me he encontrado tantas veces. Que ya no sé si la que de ahora es la misma de hace años. No lo sé, pero me gusta. Me gusta su nueva calma, su sonrisa. Me gusta que no está siempre enojada y que sabe perdonar y perdonarse. Tiene mi nombre y el mismo andar sin garbo. Tiene mi nombre, pero ha aprendido a ser feliz.
Es feliz y quiere regresar.
domingo, 14 de abril de 2013
Amor es... ¿lavar los platos?
Ya son cinco años. Cinco largos años. No ha sido fácil para mí aprender a dejar mi soledad y el egoísmo con el que uno que uno aprende a convivir cuando se está solo.
Ha sido difícil aprender que somos diferentes y que no debo presionar para provocar cambios que no necesariamente son buenos. Ha sido difícil luchar contra todas las historias tristes que me han perseguido desde la infancia. Ha sido difícil aprender que puedo ser una mejor versión de mí misma. Ha sido difícil pasar de ser una "adolescente" de 23 años a una mujer de 28. Sí. Ha habido un montón de cosas difíciles en esta relación. Pero hoy, a la una de la mañana he descubierto que me gusta en lo que nos han convertido todas esas dificultades. Me gustan mis esfuerzos y sus esfuerzos. Me gusta ceder. Me gusta que ceda. Que lleguemos a acuerdos. Que hagamos pequeñas cosas que nos hacen felices. Que hablemos. Y hablemos. Y hablemos. Hasta solucionarlo todo. Me gusta descubrir, después de estos cinco años, que amor también es lavar los platos a la una de la madrugada y sonreír porque mañana ella no tendrá que hacerlo.
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