miércoles, 29 de febrero de 2012

No entiendo.


Parto de este título que encontré como un borrador, como un 'algo' que no pude escribir, y no, no entiendo por qué ahora que no tengo tiempo para respirar me han entrado ganas de hacerlo todo, de saberlo todo, de contarlo todo y he venido a este lugar que no me conoce ni la tercera parte de lo que me conoció mi otro blog. Pienso que la vida de ahora es distinta a la de antes: ya soy un adulto sin problemas existenciales, o al menos eso parecen indicar las veintisiete velas que apagué en noviembre; la vida de ahora es diferente, quizá un poco más aterradora; tal vez más llena de miedos; probablemente más demandante, pero no por ello peor que la vida de antes y no, no entiendo lo que estoy tratando de decir, ocultar, expresar, narrar, escribir con todo esto, quizá yo sólo quería venir y contarles que estoy a salvo, que todo lo que vaya a pasar o este pasando me hará feliz, porque ahora sé que no hay perfección en nada, y eso: me ha salvado.