viernes, 3 de junio de 2011

MIS PESADILLAS.

Desde niña he tenido "pesadillas" con frecuencia; me atrevo a entrecomillar este tipo de sueños porque por lo regular dichas pesadillas estaban acompañadas de brujas, vampiros, hombres lobo y otros monstruos y estos nunca me provocaron mucho miedo.
Durante la adolescencia -y aún ahora- la pesadilla más recurrente fue 'ver' cómo se me caían los dientes (por aquella época yo sufría mucho por usar braquets y lo peor que me podía pasar era ese que ese sufrimiento se viera frustrado por la pérdida de mi dentadura).
El sueño-pesadilla que más veces he tenido desde la infancia está relacionado con una casa de dos aguas que se usaba como almacén de triques en casa de mis abuelos, en el sueño yo siempre entraba a jugar a esa casa y me encontraba con una anciana, a la que siempre catalogué como una bruja, que me hacía preguntas raras y me incomodaba de manera terrible y a la que yo siempre terminaba derrotando a empujones.
No recuerdo muchas pesadillas que me hayan hecho gritar (grito más cuando necesito que alguien me despierte en medio de una parálisis del sueño) o en las que me haya asustado demasiado, porque por alguna razón, en medio de mis sueños tengo la capacidad de tranquilizarme y decir: "Esto no es real, estás soñando"; sin embargo hace un par de meses tuve dos pesadillas en las que el miedo me acompañó muchos días después de haberlas tenido.
En la primera de ellas, yo había sido condenada a muerte y estaba encerrada en una cárcel de mujeres que en realidad era un campo de concentración, mis amigos iban y me visitaban y me aseguraban que hacían todo lo posible para sacarme de ahí antes de que llegara el momento de la ejecución; inclusive me vi envuelta en un plan para escapar de la prisión, pero el plan fue descubierto y la ejecución se adelantó; lo último que recuerdo de ese sueño es a una amiga corriendo tratando de llegar e impedirla y a mí sentada en una silla esperando la inyección letal... Al despertar, obviamente, estaba llorando, la sensación de tristeza y depresión y el vacío en mi pecho duraron muchos días, eso ha sido lo peor que he soñado en toda mi vida.
La segunda pesadilla... esa merece un post aparte.

1 comentario:

  1. Hace poco soñé algo muuuy parecido, encerrada en la cárcel me preguntaba si ahí estaría acabando mi vida, cómo iba a soportar estar todo el tiempo encerrada, qué sería de mi mamá, de mi esposo, nunca tendría un hijo... mis perros... es horrible.

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