miércoles, 15 de junio de 2011

DESASTRE.



Estoy aquí, me doy cuenta, formo parte del desorden de tu casa; a veces me escondo bajo los platos que se apilan a un lado de tu cama. Me gusta resbalar en los libros que empiezas y olvidas a la décima página; inauguro torneos en la ropa esparcida en las esquinas, ¡qué increíble juego inauguras al no usar el cesto de la ropa sucia! A veces, debo confesarlo, estornudo al flotar sobre la alfombra, hay más polvo en ella que el que he acumulado en mis relatos. Estoy aquí, ¿te das cuenta?, pero, amor mío, has de perdonarme: ¡no sabes cuánto detesto tropezar con tus zapatos!

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