El miedo.
Caminando hacia los órganos.
Robando el aire.
Ultrajando.
El miedo.
Apéndice de algo más.
Frágil.
Enmohecido.
Aprisionando las arterias.
La irrigación marchita.
Ojos abiertos.
Desamparo.
Las fauces de su nombre.
Las fauces de su nombre.
Las fauces de su nombre.
jueves, 19 de septiembre de 2013
jueves, 12 de septiembre de 2013
LXV
(Versión remix).
La resistencia.
La dureza.
El empeño.
La fuerza.
Abrir los ojos.
Cerrar los ojos.
El día que se va.
La noche.
Tu ausencia.
Cada segundo.
Ser aunque no estés.
Estar sin ser.
La resistencia.
La bruma y esta cercanía.
Cada vestigio.
El marrón.
Ojos ojos ojos.
Cada segundo.
Aquí.
En mi centro.
En el accionar de cada día.
Aquí.
Sobre la piel que es solo una.
Aquí.
La cicatriz.
La resistencia.
Ojos.
Marrón.
Sesenta y cinco.
LXV
(Versión radio).
La resistencia de estar sin ti. Sin el marrón de tus
ojos que ilumina. La resistencia. La cicatriz formada. Aquí en mi centro estás.
Tu ausencia cada segundo. La dureza. Fuerza en mi piel/la noche. Cerrar los
ojos (marrón). Abrir los ojos (marrón). Aquí en mi centro la fortaleza. El empeño.
La sacudida de tu recuerdo. Ser aunque no estés. Estás.
LXV
(Versión extendida).
Ser fuerte ante la noche. Ante el día que se va
desgastando lentamente. Ser fuerte. Buscar la resistencia en el marrón de tu
mirada. En el centro de mi ser buscar tu nombre. Darle un nombre al empeño.
Sacudir cada recuerdo y sonreírle. Abro los ojos para buscar en la luz tu
permanencia. Cierro los ojos para amoldarme a tu recuerdo.
En el accionar de cada día, en mi centro y en el
estar sin ser.
La resistencia, la dureza, la cicatriz, la noche.
La cicatriz, tu tacto, el día.
La resistencia, la piel, el centro.
Es tu piel. El marrón en tu piel. Tus pupilas. Cada
segundo la sacudida. El recuerdo.
Son los segundos.
Son las ausencias.
[Es el amor].
domingo, 1 de septiembre de 2013
Neblina en la carretera.
Esta noche:
esa noche.
Dijimos
que era neblina. Que no era nada.
[Esa
noche].
Las
palabras al día siguiente.
No eran
nada.
Tampoco
la neblina.
No
había un sol.
Y la
extraña petición.
Más extraña
que el autobús que fue abandonado.
“Tengo
que irme”, dijiste en el último escaño.
“Tengo
que irme” y ya no estabas.
Dijimos
que no era nada.
Que esa
neblina no era nada.
[Y la
extraña petición].
Ahora viajo
en lo enormidad de un autobús vacío.
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